Tara/Drolma, el Buda que elimina los obstáculos y concede los deseos.
Tara nació de las lágrimas compasivas derramadas por Avalokiteshvara (Chenrezig) mientras rezaba para que su cuerpo se rompiera en mil pedazos tras contemplar sobrecogido que, aunque había liberado del sufrimiento a innumerables seres sintientes, era incontable el número de seres que aun seguían sufriendo. Tara Verde se apareció ante él como una hermosa dama y le dijo: «No desesperes, yo te ayudaré a liberar del sufrimiento a todos los seres sintientes que permanecen en el samsara». Arya Tara (la Suprema Salvadora) es la esencia de la Compasión.
EL SIMBOLISMO DE LA TARA VERDE
Tara es de un color esmeralda hermoso y su naturaleza es de luz. Está adornada con ornamentos magníficos, corona, collar y demás, como también con prendas de seda. Su postura está llena de gracia, su pierna derecha está ligeramente extendida y su pierna izquierda ligeramente doblada hacia ella.
– Color Verde: El de una deidad despierta, de compasión activa. El color verde indica que Tara actúa para el beneficio de aquellos que recurren a ella y rezan con rapidez.
– La pierna izquierda doblada representa su renuncia a las emociones conflictivas.
– La pierna derecha semi doblada demuestra que Tara está lista para ponerse de pie y proveer ayuda a los seres. El simbolismo de las piernas nos habla de que Tara, aunque totalmente libre de las imperfecciones del samsara, permanece en el samsara para ayudar a los que sufren.
– Con la mano derecha, realiza el mudra de la generosidad, significando que ella concede poderes ordinarios y sublimes hasta la realización de la mente.
– Su mano izquierda realiza el mudra de refugio, dedo pulgar a índice indican la unión de medios hábiles y conocimiento. Los otros dedos están estirados para representar a las Tres Joyas, Buddha, Dharma y Sangha. Los flores de loto que sostiene representan que todas las cualidades de la Realización han florecido dentro de ella.
Su encanto y belleza revela que ella es la Madre de los Buddhas y que su compasión para todos los seres es ininterrumpida.
Sus adornos (sedas y joyas) son testigos de su pericia y maestría en su actividad.
Su espalda derecha muestra que su meditación es similar a un diamante que nunca se turba.
La luna detrás de ella, simboliza la abundancia de felicidad inagotable.
De Tara se dice que no solo las enfermedades e interferencias causadas por espíritus malignos, sino también querellas, guerras, conflictos y discusiones (los Ocho Oscurecimientos) pueden ser pacificados y resueltos por el poder de su práctica.
Ocho Oscurecimientos
- Leones (orgullo).
- Elefantes salvajes (delirio / ignorancia.
- Incendios (odio y enojo).
- Serpientes (celos).
- Bandidos y ladrones (puntos de vista equivocados, incluyendo el fanatismo).
- Esclavitud (avaricia y miseria).
- Inundaciones (deseo y apego).
- Espíritus malignos y demonios (dudas ilusorias).
LAS FORMAS DE TARA
Tara es en realidad un nombre genérico para una serie de budas o bodhisattvas de aspecto similar. Pueden ser comprendidas como diferentes aspectos de una misma cualidad, del modo en que los bodhisattvas son a menudo considerados como la metáfora de una virtud budista.
Las formas de Tara más ampliamente conocidas son:
Tara la Verde, conocida como la Buda de la actividad iluminada y superación de obstáculos, superar obstáculos durante la meditación o en la vida, es la más valorada junto con la Tara Blanca.
Tara la Blanca, conocida por la compasión, la larga vida, la sanación y la serenidad; también como chinta-chakra (rueda que cumple los deseos).
Tara la Roja (Kurukula), o aspecto violento, asociado con atraer a todas las cosas buenas.
Tara la Negra, asociada con el poder.
Tara la Amarilla, asociada con la riqueza y la prosperidad.
Tara la Azul o Ekajati, asociada con la transmutación de la ira.
Chintámani Tara, una forma de Tara ampliamente practicada en el nivel alto del Tantra Yoga en la escuela Gelug del budismo tibetano, retratada verde y a menudo confundida con Tara la Verde.
Khadiravani Tara (Tara del bosque de teca), quien se apareció a Nagarguna en la selva Khadiravani del sur de la India y quien es a veces referida como la «Vigésima Segunda Tara».
En algunas escuelas budistas se reconoce a 21 Taras. Un texto de práctica titulado Alabanza de las 21 Taras, se recita durante las mañanas en todas las cuatro escuelas del budismo tibetano.
MANTRA DE TARA
OM TARE TUTTARE TURE SOHA
¡Pueda la virtud y lo auspicioso abundar!