El sábado 9 de abril es el día de Tara

Tara/Drölma, el Buda que elimina los obstáculos y concede los deseos.

Tara verde es la diosa de la compasión universal, la iluminación y las actuaciones virtuosas. Se dice que es la madre de todos los budas.

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Tara nació de las lágrimas compasivas derramadas por Avalokiteshvara (Chenrezig) mientras rezaba para que su cuerpo se rompiera en mil pedazos tras contemplar sobrecogido que, aunque había liberado del sufrimiento a innumerables seres sintientes, era incontable el número de seres que aun seguían sufriendo. Tara Verde se apareció ante él como una hermosa dama y le dijo: “No llores, yo liberaré del sufrimiento a todos los seres sintientes que quedan.”  Arya Tara (la Suprema Salvadora) es la esencia de la Compasión.

Tara es, sin duda, la deidad femenina más querida en el budismo tibetano, venerada por su rapidez en acudir a socorrer a quienes confían en ella. Ha sido descrita como un Buda para nuestra era moderna, una personificación sublime de compasión y sabiduría en forma femenina en un momento en que el dolor y el sufrimiento parecen estar aumentando en todas partes. De todos los Budas, Tara es el más accesible”. Achara Zasep Tulku Rinpoche.

Tara es el Buda de la Actividad Iluminada. A Tara (Drolma en tibetano) a menudo se la llama simplemente “salvadora”, no solo en el sentido de salvación espiritual, sino también como salvadora de los seres que sufren en el samsara aquí y ahora. Así como un niño puede llamar a su madre si está en peligro, los budistas tibetanos devotos tienden a llamar a Tara en tiempos de necesidad.

Bokar Rinpoche explica: “Tara tiene el poder de ayudarnos. Sin embargo, este poder solo es efectivo si confiamos en Ella. Para que Tara  te pueda ayudar, debemos orarle y llamarla desde lo más profundo de nuestro corazón sin reservas ni dudar de sus intervenciones.

Thubten Chorrón explica: “Cuando decimos, “¡Por favor, protégenos de este peligro!” no esperamos que una diosa verde baje del cielo para rescatarnos… Sino que estamos llamando a nuestra propia sabiduría, invocando nuestro propio entendimiento del camino para que pueda protegernos de los peligros … “

Canción de añoranza por Tara, la infalible

Tara Verde es una deidad del «corazón». Si bien todos los Budas pueden ser vistos como Unidos y Omniscientes – y por lo tanto hacer la práctica de un Buda puede considerarse como practicar todos los Budas – hay algo “precioso”, personal y maravilloso en el Buda de la Sabiduría y la Compasión, la Noble Tara Verde.

«Tara ve a todos los seres sintientes como su único hijo», dijo Su Santidad Sakya Trizin. “Toda madre ama a su hijo, especialmente las madres con un único hijo. En sus mentes, están pensando constantemente en ese niño, en su bienestar y su prosperidad. Tara tiene una compasión y un amor tan grandes que todos los seres sintientes son su único hijo, sin ninguna discriminación o excepción».


Durante muchos años, tres veces al día, he cantado la breve oración “Canción de añoranza por Tara, la infalible”, escrita por Lama Lobsang Tenpey Gyaltsen y traducida al inglés por el gran Lama Thubten Yeshe. Después de miles de recitaciones, todavía adoro esta “canción” de la misma manera que adoro a la Madre Tara. Esta canción comienza así:

“Desde mi corazón me inclino ante la Divina Madre Tara, esencia del amor y la compasión, los más preciosos objetos de refugio reunidos en uno. Desde ahora y hasta que alcance la iluminación, engánchame con tu gran amor y bondad para liberarme».

Para millones de budistas, Tara nos ha enganchado con su «gran amor y bondad”.

MANTRA DE TARA VERDE

∼OM TARE TUTTARE TURE SOHA∼

¡Pueda la virtud y lo auspicioso abundar!