HISTORIA DE VIDA DE DUDJOM RINPOCHE

Contada por él mismo

Historia de vida de Dudjom Rinpoche

Contada por él mismo

Yo, Dudjom Jigdrel Yeshe Dorje, nací en el año del dragón de madera del decimoquinto ciclo rabjung (1904). Mi lugar de nacimiento fue la tierra oculta de Pemako, y mi padre fue Jampel Norbu Wangyal de la línea real de Kanam. Cuando sólo tenía tres años, fui reconocido por los discípulos del gran tertön Dudjom Lingpa como la emanación de su maestro. Me tomaron por uno de ellos y así entré por la puerta del Dharma.

«La lectura y la escritura son las raíces del conocimiento», decía mi profesor, y me hacía estudiar mucho. Al mismo tiempo, tenía que memorizar rituales, oraciones, etc. Recibí instrucciones sobre la conducta adecuada del cuerpo, la palabra y la mente. También estudié historia, narraciones espirituales y las prácticas preliminares, y gracias a ello mi inteligencia se desarrolló un poco. Con el paso de los años, fui guiado compasivamente según mi capacidad por lamas eruditos y realizados. Estudié todas las ciencias básicas, como la gramática, la ortografía, la poesía, la astrología y la medicina, así como los textos del Dharma y los comentarios del Madhyamika, el Prajñaparamita, las Cinco Doctrinas de Maitreya, el Bodhicharyavatara, los Tres Votos, etc. En particular, veneraba los tantras de maduración y liberación, sus comentarios y las profundas instrucciones de las enseñanzas orales y del tesoro de la tradición Nyingma. Éstas abarcaban desde las trece grandes actividades de un maestro vajra hasta los rituales de las diversas tradiciones de práctica, la elaboración y decoración de tormas, la danza ritual, el dibujo de mandalas, el canto y la música. Sin pasar nada por alto, me formé con la mayor diligencia en todos los detalles prácticos del linaje vidyadhara. Comenzando por las acumulaciones y entrenamientos de los preliminares hasta la práctica principal, es decir, las secciones de aproximación y logro de la etapa de generación, seguidas de las prácticas de la etapa de perfección, perseveré todo lo que pude, completando el número de recitaciones requeridas.

S.S. Dudjom Rinpoche

Sin embargo, me dejé llevar por el hecho de tener el desafortunado título de lama. Me convertí en un esclavo de las actividades de distracción que se dice que son para el beneficio de la doctrina y de los seres, y por esa razón, ¡obtuve tantas señales de realización como plumas tiene una tortuga!

Todo el néctar del Dharma que recibí, en su mayor parte lo expliqué y propagué como pude a los demás, según su naturaleza. Y aunque no merezca figurar entre los doctos, para no defraudar a los que me lo pidieron, y también con la esperanza de poder ser de algún servicio a la doctrina, escribí y recopilé más de veinte volúmenes. Estos incluyen, por ejemplo: La historia de la Escuela Nyingma, Un estudio general de las enseñanzas Nyingma, Una Historia del Tíbet, un comentario palabra por palabra sobre los Tres Votos, e instrucciones y directrices para muchos ciclos de práctica. Se dice que el resultado de recibir enseñanzas es la capacidad de componer, así que escribí todas estas obras sin expectativas ni temores.

Gracias a la bondad de mis grandes y santos maestros, los ojos de mi percepción pura no se cegaron y nunca acumulé el mal karma de abandonar el Dharma, de tener puntos de vista erróneos ni denigrar las enseñanzas de otros, o de criticar a nadie en absoluto. Me entreno continuamente en la sana actitud de evitar toda duplicidad.

Pero como no tengo la menor duda de que pertenezco a los seguidores del Buddha compasivo, aunque en los rangos más bajos, de vez en cuando tengo un ligero sentimiento de orgullo. ¡Lo que demuestra que ni siquiera sé distinguir entre el bien y el mal! Esta es una breve historia de mi vida, la de un viejo tantrika.

Créditos

Extracto traducido por el equipo de traducción de la Asociación Bodhicitta Escola de l’Ésser del original
en inglés Counsels from my Heart de Dudjom Rinpoche:

https://books.google.es/books?id=V2L_cCsQfroC&pg=PA91&hl=ca&source=gbs_toc_r&cad=4#v=onepage&q&f=false