Phakchok Rinpoche define tres principios fundamentales del Dharma. En esta enseñanza, nos recuerda el resumen que Buddha hizo de sus enseñanzas. Luego nos pide que lo utilicemos para evaluar nuestra práctica.

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Construir una rutina nos ayuda a integrar la práctica de la meditación en nuestra vida diaria. La familia y el trabajo son muy importantes en nuestras vidas. Pero primero, necesitamos saber cómo cuidar de nosotros mismos. Rinpoche nos da algunos consejos sobre por qué es importante crear una rutina de meditación.

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Aprender las enseñanzas de Buda podría llevar toda una vida de estudio, contemplación y meditación. No obstante en un recordatorio de un minuto, Phakchok Rinpoche explica la esencia de las enseñanzas.

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Las preguntas sobre el karma surgen repetidamente. Por ejemplo, en esta enseñanza, un estudiante pregunta si debemos pensar en el karma como una cadena lineal o como un código de ADN. Rinpoche explica que nuestras vidas pasadas dejan huellas e influencias y lo cree al cien por cien. Pero es difícil saber cuánto recordamos de nuestra experiencia pasada. Podemos ver cómo nuestras vidas pasadas influyen en nuestras emociones y nuestras actitudes. Aquí, en esta sesión de enseñanza, Phakchok Rinpoche responde a algunas preguntas de estudiantes sobre el karma.

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Yo, Dudjom Jigdrel Yeshe Dorje, nací en el año del dragón de madera del decimoquinto ciclo rabjung (1904). Mi lugar de nacimiento fue la tierra oculta de Pemako, y mi padre fue Jampel Norbu Wangyal de la línea real de Kanam. Cuando sólo tenía tres años, fui reconocido por los discípulos del gran tertön Dudjom Lingpa como la emanación de su maestro. Me tomaron por uno de ellos y así entré por la puerta del Dharma. Todo el néctar del Dharma que recibí, en su mayor parte lo expliqué y propagué como pude a los demás, según su naturaleza.

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En esencia, las enseñanzas consisten en observar tu mente y transformarla. Y esto solo es posible si uno se desapega de las preocupaciones mundanas, que es lo que se quiere decir con “estar en discordancia con el mundo”. Las preocupaciones mundanas son básicamente expectativas basadas en el ego o en el orgullo: esperar tener elogios, respeto, fama, etc. Es natural tener estas preocupaciones si uno vive en este mundo de una manera samsárica, pero esto genera muchas dificultades a quien esté apegado a ellas. Por eso, lo mejor es acostumbrar nuestra mente a pensar en los demás.

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